Una vieja pava que ya sólo se usaba afuera en la parrilla, la elegimos para realizar un aplique de pared que pueda iluminar algún espacio con ese estilo campo que la caracteriza.
Primero le sacamos el fondo, la lijamos y la pintamos. Luego le forramos la manija con hilo sizal, le colocamos una nueva manijita a la tapa.
Después fabricamos todo el soporte y por último realizamos la instalación eléctrica.